OREMOS POR MÉXICO
OREMOS POR MÉXICO
“Ante
todo, exhorto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de
gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que ocupan los
altos puestos, para que vivamos con tranquilidad y reposo, y en toda piedad y honestidad.”[1]
En estos días que recibimos un nuevo
gobierno tenemos la oportunidad para comenzar de nuevo en muchos sentidos. Si
con la anterior administración no tomamos tiempo para orar y bendecir al presidente,
en esta ocasión podemos hacerlo. Aquellos que hemos experimentado el poder
de la oración y de la Palabra de Dios, que hemos visto sus resultados, confiemos
en que será igual si nos dedicamos a orar por el nuevo presidente y por la
nación.
Tenemos una buena oportunidad para
comenzar a declarar bendición sobre este nuevo presidente, independientemente
de las preferencias políticas y de las afinidades, debemos orar por él para que
Dios le de sabiduría para gobernar en beneficio de todos y de este gran país. Orar
por él, significa orar por México para que todo lo emprendido sea
verdaderamente para beneficio de la nación.
Más allá de nuestra forma de pensar, a
todos los mexicanos nos conviene bendecir a nuestro presidente porque si él
decide en beneficio de México nosotros veremos los resultados; como dice este
pasaje, la oración por las personas de autoridad nos hace vivir en tranquilidad y reposo, pues más allá de las preferencias
políticas, todos queremos una vida libre de problemas.
Hablemos bendición. Declaremos la Palabra
de Dios en beneficio de la nación confiando en que no regresa vacía y que hace
aquello para lo que fue enviada,[2] por lo tanto, el tiempo que
dediquemos a la oración no será en vano, sino que veremos un fruto abundante porque
estará respaldado por el mismo Dios y su Palabra, no por prejuicios ni ideologías,
sino por el mismo poder que viene de lo alto.
Incluyamos en nuestro tiempo de oración un espacio para México y por el nuevo presidente. Que nuestras oraciones vayan más allá de simples peticiones personales y que se conviertan en un buen tiempo de intercesión en beneficio de otros, más allá de los familiares y conocidos, que sean oraciones que impacten a la nación entera.
Mary Carmen Olague
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